El hombre a la orilla del río
Chapoteando en las frías aguas del río Estigia, pienso. ¿Esto es todo? El barquero encalla y sonríe, Seis demonios me esperan en la orilla. El más pequeño de todos se acerca y me recita unas palabras en lengua extraña: -Me debes 250 años, tu tiempo es mío. Como humano, naces con una capacidad innata para hacer el mal. Cada acción directa o indirecta que produzca sufrimiento a otro ser, equivale a un segundo de vida. Ese segundo es restado a los 300 años que te han sido regalados. Intento decir algo, pero ya no tengo palabras. No puedo moverme. Sólo veo flashes en mi cabeza de personas tristes, animales muertos, lágrimas, gritos, sueños rotos. Cada imagen sangra en mis sentidos durante un intenso e interminable segundo, luego aparece otra… Comprender el mal que hemos hecho, eso es el infierno.