El Colectivo
“Para llegar al primer mundo pareciera que hay un solo colectivo que te lleva, y ya está ocupado. Quienes lograron entrar fue a costa de amontonamientos, empujones, codazos, puteadas, agarradas de pelos, trompadas… Todo lo que sea para conseguir un pasaje. El bondi se llenó hasta que no entró ni un alfiler parado y se cerraron las puertas. ¿Y los demás? ¿Los que no pudieron subir y se quedaron afuera? Esos son los que tienen que empujar el colectivo por una cuesta interminable para que llegue a destino.”
¿Por qué esta cerrado el colectivo?
Seguramente para que no se moleste ni atente contra los cómodos señores ni los ventajeros que se colaron en el portaequipajes o van apretujados ante las aberturas. Muchos quedaron en el camino por querer colgarse de la puerta de este aparato, que timonea el destino del mundo.
¿Quién es el chofer?
El motor, los que no pudieron subir. El chofer, el capital. Quien tenga más dinero, tendrá el volante. Pasar en rojo los semáforos de la dignidad, doblar a la izquierda o a la derecha, según su propia conveniencia, son las facultades del chofer de turno. Atropellar vidas, derribar imponentes monumentos a la naturaleza, esa es la metodología de quienes quieren acelerar el paso de este monstruo creciente.
¿Quiénes van sentados y quienes no?
Además de la brecha entre el interior y el exterior. Hay grandes diferencias dentro. Las entrañas de este monstruo de metal, papel y plástico son un mundo aparte. Las leyes son simples, mientras mas dinero, más asientos se pueden comprar. Es anecdótico que en este colectivo, la mayoría de las personas viaja parada. Unos pocos son propietarios de los asientos. Aunque, por imposibilidades físicas, solo puedan ocupar uno.
¿Por qué es necesario empujar el colectivo?
Detrás, entre las gigantescas y húmedas ruedas, están los embarrados, los sucios e intocables. Los que empujan. A veces son aplastados, otras, se cansan demasiado o tropiezan, caen y quedan atrás. Si dejaran de hacerlo, la mayoría de los que se empujan las espaldas sucesivamente, terminarían bajo los pies del gigante.
¿Por qué empujan los que están afuera?
Tal vez empujan porque no les queda otra, en un mundo que invisibiliza lo diferente, lo heterodoxo, lo herético que significa tener otra dirección, otra manera de “avanzar”, tener aún los valores que dignifican lo humano.
¿Pensaran que si empujan podrán entrar?
Cuando algún cómodo señor fallece en el trayecto tortuoso de la larga espera para llegar a la cima, su asiento es ocupado por quien, dentro del colectivo, sea capaz de llegar a acapararlo entre la montonera de ambiciones irracionales que despierta el vacío.
¿Qué pasa cuando dejan de empujar?
Muchas veces, adentro notan que la velocidad de impulso baja constantemente, cualquier estrategia es buena para ganar velocidad, excepto, bajarse a empujar. Arrojar vino, monedas o migajas de pan; asomar látigos por las ventanillas golpeando a quien se acerque, organizar ejércitos de mediocres capataces que a patadones arrancan la voluntad de sus compadres… Éstas resultan las opciones más comunes para evitar que se detenga el avance.
El portaequipajes…
Los polizontes son muy mal vistos, la última vez que encontraron a uno... lo mataron.
“Nada es más importante que la propiedad privada, ni la vida de los otros”
“Lo mío es mío, lo tuyo, será mío”
“Todo tiene precio, el valor es subjetivo y de nada sirve para un plan tan perfecto como el que estamos llevando a cabo”
“Todo vale, para dejar de empujar”
Algunas de las frases de los grandes chóferes de la historia, todavía pegadas en los vidrios de esta máquina a vapores.
¿Dónde queda el primer mundo?
El primer mundo, la piedra angular del sistema capitalista. Yo diría que es la piedra filosofal. En América latina decimos que está en Europa, los europeos tampoco lo encuentran. Hasta algunos creen que es Estados Unidos, el lugar donde se esconde, hasta que llegan ahí. Entonces uno se encuentra con el tercer mundo… ¿Y el segundo? Nos enseñaron que vivimos en un mundo llamado Planeta Tierra, redondo…. “El único con vida”… Pero nos venimos a dar con que hay dos mundos y uno en medio que no sabemos donde está, en un mundo, nuestro mundo…
Los filósofos locos de siempre…
Algunos filósofos, entre los empujadores, afirman que si todos dejaran de empujar al mismo tiempo, el colectivo se frenaría. Y de él surgiría un gran palacio, donde todos podrían comer y beber hasta estar satisfechos. Pero nadie tiene tiempo para leer esos cuentos. Todos están muy ocupados empujando, y pocos se preguntan para qué.
La propuesta…
Los viejos “intocables” ya dejaron de ver el paisaje del pasado y el presente, que les exige explicaciones del por qué de su olvido, del por qué de su ignorancia… es por eso que ha llegado la hora de hacer una pausa en el máximo ángulo inestable de esta cuesta para recuperar la vista, respirar hondo, y difundir propuestas para jóvenes empujadores de este colectivo que ya quedó con sólo un ocupante.
-Mirar bien a los costados antes de empujar.
-No pegar codazos.
-En caso de subir. Tratar de frenar el colectivo.
-En caso de no poder subir. De a poco, desarmar el colectivo, tornillo por tornillo. Para que se detenga, aunque sea, dentro de 100 años.
Escrito por Analuz Possentini y Franco Marchiaro
les recomiendo: www.mafalditis.blogspot.com
¿Por qué esta cerrado el colectivo?
Seguramente para que no se moleste ni atente contra los cómodos señores ni los ventajeros que se colaron en el portaequipajes o van apretujados ante las aberturas. Muchos quedaron en el camino por querer colgarse de la puerta de este aparato, que timonea el destino del mundo.
¿Quién es el chofer?
El motor, los que no pudieron subir. El chofer, el capital. Quien tenga más dinero, tendrá el volante. Pasar en rojo los semáforos de la dignidad, doblar a la izquierda o a la derecha, según su propia conveniencia, son las facultades del chofer de turno. Atropellar vidas, derribar imponentes monumentos a la naturaleza, esa es la metodología de quienes quieren acelerar el paso de este monstruo creciente.
¿Quiénes van sentados y quienes no?
Además de la brecha entre el interior y el exterior. Hay grandes diferencias dentro. Las entrañas de este monstruo de metal, papel y plástico son un mundo aparte. Las leyes son simples, mientras mas dinero, más asientos se pueden comprar. Es anecdótico que en este colectivo, la mayoría de las personas viaja parada. Unos pocos son propietarios de los asientos. Aunque, por imposibilidades físicas, solo puedan ocupar uno.
¿Por qué es necesario empujar el colectivo?
Detrás, entre las gigantescas y húmedas ruedas, están los embarrados, los sucios e intocables. Los que empujan. A veces son aplastados, otras, se cansan demasiado o tropiezan, caen y quedan atrás. Si dejaran de hacerlo, la mayoría de los que se empujan las espaldas sucesivamente, terminarían bajo los pies del gigante.
¿Por qué empujan los que están afuera?
Tal vez empujan porque no les queda otra, en un mundo que invisibiliza lo diferente, lo heterodoxo, lo herético que significa tener otra dirección, otra manera de “avanzar”, tener aún los valores que dignifican lo humano.
¿Pensaran que si empujan podrán entrar?
Cuando algún cómodo señor fallece en el trayecto tortuoso de la larga espera para llegar a la cima, su asiento es ocupado por quien, dentro del colectivo, sea capaz de llegar a acapararlo entre la montonera de ambiciones irracionales que despierta el vacío.
¿Qué pasa cuando dejan de empujar?
Muchas veces, adentro notan que la velocidad de impulso baja constantemente, cualquier estrategia es buena para ganar velocidad, excepto, bajarse a empujar. Arrojar vino, monedas o migajas de pan; asomar látigos por las ventanillas golpeando a quien se acerque, organizar ejércitos de mediocres capataces que a patadones arrancan la voluntad de sus compadres… Éstas resultan las opciones más comunes para evitar que se detenga el avance.
El portaequipajes…
Los polizontes son muy mal vistos, la última vez que encontraron a uno... lo mataron.
“Nada es más importante que la propiedad privada, ni la vida de los otros”
“Lo mío es mío, lo tuyo, será mío”
“Todo tiene precio, el valor es subjetivo y de nada sirve para un plan tan perfecto como el que estamos llevando a cabo”
“Todo vale, para dejar de empujar”
Algunas de las frases de los grandes chóferes de la historia, todavía pegadas en los vidrios de esta máquina a vapores.
¿Dónde queda el primer mundo?
El primer mundo, la piedra angular del sistema capitalista. Yo diría que es la piedra filosofal. En América latina decimos que está en Europa, los europeos tampoco lo encuentran. Hasta algunos creen que es Estados Unidos, el lugar donde se esconde, hasta que llegan ahí. Entonces uno se encuentra con el tercer mundo… ¿Y el segundo? Nos enseñaron que vivimos en un mundo llamado Planeta Tierra, redondo…. “El único con vida”… Pero nos venimos a dar con que hay dos mundos y uno en medio que no sabemos donde está, en un mundo, nuestro mundo…
Los filósofos locos de siempre…
Algunos filósofos, entre los empujadores, afirman que si todos dejaran de empujar al mismo tiempo, el colectivo se frenaría. Y de él surgiría un gran palacio, donde todos podrían comer y beber hasta estar satisfechos. Pero nadie tiene tiempo para leer esos cuentos. Todos están muy ocupados empujando, y pocos se preguntan para qué.
La propuesta…
Los viejos “intocables” ya dejaron de ver el paisaje del pasado y el presente, que les exige explicaciones del por qué de su olvido, del por qué de su ignorancia… es por eso que ha llegado la hora de hacer una pausa en el máximo ángulo inestable de esta cuesta para recuperar la vista, respirar hondo, y difundir propuestas para jóvenes empujadores de este colectivo que ya quedó con sólo un ocupante.
-Mirar bien a los costados antes de empujar.
-No pegar codazos.
-En caso de subir. Tratar de frenar el colectivo.
-En caso de no poder subir. De a poco, desarmar el colectivo, tornillo por tornillo. Para que se detenga, aunque sea, dentro de 100 años.
Escrito por Analuz Possentini y Franco Marchiaro
les recomiendo: www.mafalditis.blogspot.com
Comentarios
muy bien
saludo
Y no te preocupes franquito, no me hundí. Me gusta ser una colorada simpática, y gracias por tu cumplido de yapa por ahí :) jeje..
Te mando un beso, Ya se termina la semana !!! :)
Muy bueno el tema.
Supongo que no tendrán prisas para llegar a ningun sitio
besos
http://nocreoenlasurls.blogspot.com/
OJALÁ NUEVOS DELIRIOS NOS ASALTEN CONJUNTAMENTE.
BESO
de verdad que me encanto
pensandolo un poco más supongo que es una pena que sea tan excelente, solo espero que estemos llendo hacia adelante, donde sea que este eso
un abrazote, cuidate :)
Hicieron un buen trabajo ambos!
Como lo dije, un comparación que nos hace ver de una manera quizás más relajada, más fácil lo que vivimos ahora, nuestro rol ante el mundo...
Un fuerte abrazo y espero que sigan escribiendo más cosas juntos!