Hidra
Hoy en día
se nos trata de convencer
que los héroes
no existen.
La principal diferencia entre las garras del tigre y la inteligencia del hombre es muy evidente. Si un tigre no utiliza sus garras, muere de hambre. En cambio, si un hombre no utiliza su principal capacidad natural, su inteligencia; un segundo hombre -inteligente y ambicioso- pondrá la voluntad del primero a su servicio. Este primer hombre, transmuta en una herramienta, en una simple extensión de la mano del hombre ambicioso.
Sería un acto muy noble, si todas las personas que afirman «no me gusta pensar demasiado» revirtieran su condición, tan solo para que la mano del hombre ambicioso no se convierta en una hidra, que devore sin piedad, a los últimos hombres libres.
Comentarios
Besos
es original con mucho contenido realmente interesante.
Le cuento que tengo un directorio llamado "Mundo Inicio" me gustaría saber si usted
está interesado en formar parte de el, a cambio le pediría si podría enlazar uno
de mis 2 blogs que tengo, una es de "apuestas deportivas" y la otra habla sobre la
"ruleta y casinos en general". Porfa si estas interesado o quieres saber más al respecto no
dudes en contactarme: sist.deruelta@hotmail.com
Un fuerte abrazo. Saludos
Atte: Steffy
últimamente yo también he estado pensando en eso mismo.
Una alegría que hayas publicado, aunque me he dado cuenta bien tarde.
Un abrazo!
si no como lo dije una vez en un escrito
no necesitamos hombres perfectos sino un poco mas humanos...
saludos y gracias por pasar por mi blog
pero los pensamientos quedarán
Si se piensa se es Amo, si se deja de pensar: esclavo. Rueda que se repite en la humanidad de manera constante, casi imperceptible y hasta naturalizada.
Buen texto! sometedor de opinión.
Creo que José Martí dijo una vez que ser culto es el único modo de ser libre.
Hay que ver qué entendemos por inteligencia, también. No es lo mismo decir que la inteligencia es la cultura, que la inteligencia es racionalidad (ya hemos visto en qué caemos cuando nos sometemos a la razón).
Y por sobre todas las plantas de malva, hoy en día se nos exige no ser héroes. Aparte de mí, excelso culto y delicioso poeta, ¿quién se anima a llamarse HÉROE desafiando al prejuicio? ("desafiando al prepucio" también quedaba bien, ojo)
En todo caso, se nos permite (convence convence convence) ver el heroísmo en otros, mejor si ya están muertos.
Felicidad!